El balompié es el deporte más universal. En cualquier pueblo europeo, aldea africana, barrio sudamericano o urbe asiática se puede encontrar a niños jugando al fútbol o un grupo de amigos alrededor de una televisión para ver un partido. Pero resultará más complicado encontrarlos en Estados Unidos.
Han sido múltiples los intentos de popularizar el fútbol en Estados Unidos. Se instauraron varias ligas profesionales y se organizó un campeonato mundial. A pesar de todo esto, la popularidad del fútbol en el país norteamericano sigue siendo muy inferior que en el resto del mundo. Los estadounidenses siguen prefiriendo sus deportes autóctonos como el fútbol americano y el béisbol, que a su vez no tienen mucha difusión fuera de sus fronteras.
Resulta complejo encontrar una explicación a este fenómeno. Los norteamericanos suelen ir a los estadios a pasar el día y comer. Gasol comentaba que le llamaba la atención que hubiese público que no estuviera en la cancha durante todo el partidos sino que comiesen su perrito caliente y se marcharan.
El fútbol es un deporte donde su objetivo, el gol, puede ocurrir en cualquier momento de los noventa minutos. Por lo que se puede ver un partido durante sesenta minutos y perderse los tres goles que se produzcan.
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