Sí, el fútbol es solo cosa de dinero y desde hace un siglo
El denominado fútbol moderno es en realidad muy antiguo. La
tremenda mercantilización del fútbol que padecemos en realidad nació poco
después del propio deporte. Ya a principios del siglo XX se había abandonado la
costumbre de que los jugadores se pagaran sus viajes con el equipo. Se trataba
de un “amateurismo imperfecto” donde los equipos pagaban primas o dietas para
atraer a los mejores jugadores.
En 1911 el Athlétic de Bilbao provoca un terremoto en el
fútbol nacional al incorporar jugadores ingleses para reforzar su plantilla.
Ese mismo año los jugadores del FC Barcelona exigen el cobro de parte de la
recaudación de los partidos que disputan. No tuvieron éxito pero el pago de
compensaciones, gastos de transporte, regalos o la “colocación” en determinados
puestos de trabajo se generalizó en el fútbol de nuestro país.
Pero en 1919 la situación ya se oficializa con la obtención
por parte del jugador Manuel Amechazurra de un sueldo de 300 pesetas del FC
Barcelona. Toda la prensa se lanzó a criticar esta deriva de profesionalización
del fútbol. Se exigía diferenciar los clubes deportivos compuestos por
jugadores amateur de lo que denominaban auténticas sociedades mercantiles
llenas de jugadores profesionales o “mercenarios”.
En 1922 salta el “escándalo Zámora” cuando el Español ofrece
al famoso jugador 20.000 pesetas de ficha, 500 mensuales para él y otras tantas
para sus padres con el fin de quitárselo al FC Barcelona. Los casos se repiten
en toda la geografía con continuas disputas entre los equipos y sus respectivas
federaciones territoriales con los jugadores que cambian de domicilio para
fichar por tal o cual equipo.
En 1923 ningún jugador del Valencia cobra menos de 500
pesetas. Dos años después el FC Barcelona pagaba 1.500 pesetas mensuales a tres
jugadores: Platko, Scarone y Samitier. En aquellos momentos un albañil ganaba
un jornal de entre 10 y 14 pesetas.
Y esta evolución continuó hasta nuestros días con el
resultado que sabemos qué equipos van a ganar en función de cuánto pagan a sus
jugadores. El siguiente gráfico fue presentado por Stefan Szymanski en una
charla el pasado mes en Barcelona muestra la fuerte relación existente entre el
importe de los sueldos que pagan los equipos y los resultados que logran en la
liga. Cuanto más dinero dedican a pagar a los jugadores, más éxito deportivo
obtienen.
¿Y quién paga más salarios? Lógicamente aquellos equipos que
tiene más capacidad de generar ingresos son los que más gastan en pagar a sus
jugadores. Por eso no es de extrañar que la cantidad de ingresos obtenidos por
los equipos tenga una influencia decisiva en los resultados deportivos como
muestra el siguiente gráfico de Szymanski.
Por tanto, la disputa deportiva queda reducida a ver que
equipo tiene más dinero para fichar a los mejores jugadores. Esto hace que sea
difícil que ligas como las españolas recuperen un equilibrio de competitividad.
Incluso sin tener en cuenta la enorme diferencia en el reparto de los derechos
de televisión (ver post El desigual reparto de los derechos de televisión), Real Madrid y FC Barcelona siguen generando mucho más dinero por
el resto de conceptos que los demás equipos españoles (ver post Madrid y Barcelona son los que más ingresan pero la Premier supera a la liga española).
Más sobre el fútbol español en los años 20 en el artículo "Los deportes de masas en los años veinte. Fútbol, élites simbólicas, e
imágenes de modernidad en España" de Jorge Uría
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