El traspaso de los derechos federativos del Lleida tras un concurso de acreedores

En España no se producen los habituales cambios en los que un equipo pasa de tener sede una ciudad a otra como en la NBA (ver post Cambios de sede de equipos NBA). El único caso fue la compra del Ciudad de Murcia que tras su venta los nuevos propietarios lo trasladaron a Andalucía como Granada 74. Otra cuestión diferente es la plaza, este año pudimos comprobar la subasta que realizó la RFEF de las plazas que habían dejado libre en Segunda B los equipos que descendieron por impago y que fueron ocupados por equipos filiales (Sporting B, Espanyol B Mallorca B y Zaragoza B) y el Pobla de Mafumet CF tras el abono de 395.000€.

El caso del Lérida ha sido diferente. El equipo catalán se declaro en concurso, como ya es casi normal en el fútbol español (ver post Ley Concursal y Sociedades Anónimas Deportivas), pero en vez de aprobarse una quita por parte de los acreedores en los que renunciaban a una parte de las cantidades adeudadas y flexibilizaban el cobro del resto, se decidió la liquidación del equipo en su totalidad. En vez de subastarse por separado cada uno de los activos de la empresa intervenida se procede a la enajenación unitaria del conjunto de los establecimientos, explotaciones y cualesquiera otras unidades productivas de bienes y servicios del concursado. Este es uno de los principales objetivos que persigue la ley concursal para lograr que las empresas continúen su actividad y que se pone de manifiesto claramente en la ley concursal 22/2003, del 9 de Julio, en sus artículos número 148 y 149.

Y eso fue lo que decidió el magistrado Eduard Enrech cuando subastó al mejor postor a los jugadores, empleados y derechos federativos en Segunda B del U.E. Lleida. En el informe realizado para el concurso de acreedores, se estableció la deuda total de la entidad en 28 millones de euros, de los cuales la mitad correspondían a deudas con la seguridad social. Pero como no se entregó el plan de viabilidad, se decretó la liquidación de la Unió Esportiva Lleida y su desaparición. El último partido que disputó fue el 15 de mayo de 2011 contra el CE L'Hostpitalet.

Dicha unidad productiva fue adquirida por un grupo de inversores que crearon el Club Lleida Esportiu. El equipo terminó quinto en su primera temporada y este año vuelve a disputar la Segunda B en el grupo III. En este caso los derechos federativos se vendieron dentro de la subasta sin que la RFEF hiciera ninguna gestión para recuperarlos como sí hizo con los cuatro equipos que descendieron por impago esta pasada temporada.

Un caso anterior de traspaso del negocio futbolístico fue la desaparición del CD Málaga. Pero en aquel caso no se logro preservar los derechos federativos que se perdieron. Lo que se realizó fue segregar al filial, Atlético Malagaño, para librarlo de la insolvencia económica que sufrió el equipo principal en 1992. Dicho filial se convirtió en el actual Málaga CF y pasó a actuar como el principal equipo de la ciudad. 

Comentarios

  1. El caso de traslados como aquel del Ciudad de Murcia sí que ha pasado alguna vez en 2ªB (UE Figueres-Miapuesta Castelldefells, CD Varea-UD Logroñés, Sangonera Atlético-Lorca Atlético y Caravaca CF-CF La Unión). Y en el grupo murciano de 3ª y sus categorías regionales se dan varios casos todos los veranos.

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    1. Muy interesantes los casos que comentas. Gracias por el comentario.

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